La Vela Puerca

Publicado por Damylavela, Abril 21, 2007, 21:15:57

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titodalee

#60
Aca les dejo una nota de la vela...habla de la presentacion del disco y demas..




"Nosotros seguimos haciendo canciones"

La Vela pasó por Buenos Aires para el lanzamiento de su nueva placa y están tocando por el interior de Argentina. En ésta entrevista nos cuentan qué cambiaron y qué mantienen igual, tanto en lo musical como en lo personal.


La Vela Puerca, en simultáneo, lanzó un nuevo disco, un nuevo video y renovó su sitio web; días antes de comenzar su pequeña gira por nuestro país nos convidaron unos mates y nos contaron un poco sobre "El Impulso" y su historia.

En primer lugar nos gustaría conocer el por qué del nombre del disco.

Enano: El impulso porque nos gustó. Nos atrapó en serio la carga que tenían esas dos palabras. Porque también hubo que tomar impulso para hacer este disco nuevamente porque es un disco diferente a los demás. Hubo que tomar valentía para encarar el desafío que implicaba. Después, en un momento, cayó Pedro Dalton, que fue quien hizo el arte del disco con la ilustración de la tapa y dijimos: "sí, El Impulso, totalmente"; y el bajista, el Mandril, que en un momento mientras rondaba el nombre buscó impulso en el diccionario y decía: viene de impulsar, fuerza que genera movimiento. Y nos encantó porque es un poco eso.

Cebolla: Porque en sí era justamente eso lo que se venía.

¿Dónde creen que están las mayores diferencias y también similitudes con los anteriores trabajos de La Vela?

Enano: Las mayores diferencias es que musicalmente es un disco más guitarrero, más rockero, digamos. Las guitarras llevan la bandera real, no tanto como los discos anteriores que la llevaban las voces o de pronto los vientos y las guitarras era como que acompañaban solamente. Ahora es como que todo acompaña a las guitarras. Después, a nivel anímico las diferencias se empezaron a notar un poco en a "A Contraluz", en canciones como "Doble Filo" o "Un Frasco", que tienen un estilo más sombrío, más oscuro, digamos. Se puede decir que "A Contraluz" fue un disco de transición entre "De Bichos y Flores" y éste.

Y similitudes, las de siempre, son 13 canciones, que es lo que hacemos nosotros: canciones (risas). Somos los mismos. Más viejos, pero los mismos.

Cebolla: O más maniáticos (risas).

¿Están más perfeccionistas a la hora de lanzar un disco?

Cebolla: Siempre tratamos de quedar conformes con las canciones, darle la mayor importancia a cada canción, pulirlas lo más que podemos. Tratamos de ser lo más sinceros que podemos con las canciones y con nosotros.

Enano: Y lo más simples posibles también. Hay canciones que llevan arreglos que armónicamente son menos complicados pero están puestos en un plano del disco que tampoco agobian demasiado, como para decir qué cosa estrambótica, sino que están ahí.

Indudablemente cuando pasan los años uno va aprendiendo, vas sabiendo más de música. Pero es una lucha constante porque no podés aplicar todo lo que aprendiste en una canción. A veces pasa que una canción que era linda termina pareciéndote horrible porque le intentaste poner todo lo que evolucionaste. Aunque si bien fusionamos cosas nuevas, intentamos que ningún arreglo o que ningún berretín personal pelee con la canción.

ºCon respecto a la composición, qué sucesos influyeron marcadamente como para que digan: "a esto hay que hacerle un tema"?

Enano: No, no hubo nada concreto que yo personalmente haya dicho voy a escribir sobre esto.

Cebolla: A mí me pasó con el tema que escribí que es algo re concreto. Coli, el saxofonista, un día me dice: "¿querés agarrarte una calentura de la hostia? Leéte la editorial de hoy de ese diario". Un diario bastante tradicionalista, facho y conservador...

Enano: ¿Bastante? (risas)

Cebolla: Y bueno, así fue que leí una cosa que me desesperó. Ver ese poder y ese ego comunicando, drogando a la gente con esa supuesta verdad y me dieron ganas de escribirle a ese ego, a ese poder que tiene un tipo al comunicar y de alguna manera mal informar a la gente. Y en base a eso salió el tema "Clones".

A la hora de escribir un tema, sabiendo que sus letras tienen una gran carga social, ¿cómo se sienten al tener en cuenta que sus seguidores van a tomar parte de eso?

Enano: Nosotros abordamos los temas, o sea, hablamos de ellos. Ya con eso nos parece que es suficiente porque de ahí a hablar de los temas tomando un partido o una postura militante sobre determinadas cosas, a mí no me gusta. Me gusta abordarlos, tocarlos, moverlos, buscar que ellos lo piensen y no yo decirles cómo son las cosas. Una cosa que me ayuda muchísimo a no ser panfletario o militante es abordarlos lo más poéticamente posible. Tampoco con una metáfora súper complicada, pero sí buscando las palabras que masajeen ese tema y no que digan es así definitivamente. Yo puedo tener mi opinión sobre determinadas cosas pero no tiene que ver con la canción, intento generar otras cosas.

Cebolla: No que compren una supuesta verdad armadita.

Hace un tiempo dijiste que para una banda cumplir diez años era un hecho muy importante... La Vela ya lleva doce. ¿Cómo se sienten al respecto?

Enano: A nivel integrantes, eso sí... porque está la banda que queda el vocalista solo y se sigue llamando de la misma manera.

Dentro de todo es un pequeño orgullo, nos llevamos bastante bien con las relaciones humanas (risas). Siempre dije que una banda que tiene 10 años, me guste o no su música, es algo para sacarse el sombrero. Y ahora llegamos nosotros a eso. Es una gran familia, lo vemos de esa manera. Compartimos muchos años, giras y vivencias. La clave te la puede dar acá mi amigo Cebolla.

Cebolla: (dirigiéndose a El Enano) Pasame la bola por abajo (risas).

Siempre cuando das un espectáculo la gente está viendo ocho músicos, pero también ve un show de luces y está escuchando un sonido. Hay gente que está laburando atrás, dos tipos operando consolas diferentes, gente que se desangra para que el espectáculo salga óptimo. Hay un montón de cosas que generan lo que La Vela es arriba del escenario. Convivir en ese marco con ese montón de gente te lleva a que te respetes, a que vayas pudiendo cumplir objetivos pequeños que a su vez hacen un gran objetivo: que es que La Vela siga viviendo y creo que es eso lo que todos pretendemos.

¿Por algo en especial fue este tema del triple lanzamiento de la página, el video y el disco?

Cebolla: Siempre quisimos lograrlo y nunca pudimos (risas).

Enano: De hecho, ahora tampoco porque el video lo tenemos atrancado en la aduana hace una semana. También pasa que el video - filmado en Salinas, un balneario de Uruguay, a 40 Km. de Montevideo - se atrasa porque la cámara tal no estaba y el día que sí estaba llovió y no se pudo grabar. Entonces vos lo intentás, pero hay cosas que no podés manejar.

Pero bueno, la idea era esa, el hecho de que salga todo junto te ahorra un montón de desfasaje y La Vela es una banda que vive bajo un desfasaje total. Por ejemplo: cuando lanzamos "De Bichos y flores", estuvimos dos años tocándolo allá en Uruguay y, una vez que lo gastamos, por así decirlo, salió en Argentina... entonces vinimos a presentarlo acá. Después, ya terminada la gira en Argentina, nos dicen de irnos a tocar a Alemania, y de nuevo todos para Alemania donde hicimos una serie de recitales.

¿Y cómo se sienten al hacer giras por Argentina y Alemania? ¿No sienten a veces que es algo que no tiene límites?

Enano: Es sorprendente, no tanto acá quizá porque estamos pegaditos, hay que "cruzar el charco" nomás (risas), pero en Alemania es totalmente surrealista. No entendimos cómo era el asunto, porque no hablamos alemán (risas). Pero es fundamental, lo podés ver de dos maneras: por un lado te puede frustrar ya que estás yendo a Alemania y tocás para 30 personas y te preguntas "¿para esto vine?". Pero por otro lado ayuda mucho a la salud mental de la banda, porque es como si empezaras de nuevo. No tenés la presión de tocar para diez mil o treinta mil personas. Es otra realidad. Te mantiene los pies en la tierra además, es como en los viejos tiempos.

Cebolla: Vivir esas dos realidades y que las dos te aporten cosas para seguir adelante es algo muy bueno para nosotros.

¿En dónde creen que está el punto que los hace mantener los pies sobre la tierra, que los mantiene humildes como siempre?

Cebolla: Fundamentalmente, el entorno con el que uno vive. Creo que en Uruguay la gente no permitiría que uno se crea cosas que no es, y bueno, la idiosincrasia del montevideano ayuda mucho a seguir conciente de que sos un ser humano. Tomás mates, andás en bici, te tomás un bondi y hacés los mandados. Además si vos te creés un dios y tu entorno mismo te facilita esa creencia, ahí mismo es donde se pierde la humildad.

Después de lo ocurrido en diciembre del 2004 en Argentina, se vio que ustedes pararon unos recitales en Uruguay por el uso de bengalas. ¿Cómo tomó ese tema el público uruguayo y cómo lo maneja ahora?

Cebolla: Uruguay nunca fue un país bengalero de todos modos, y después de toda la historia que se vivió acá y que allá también se sufrió bastante, la verdad es que casi nada se volvió a ver.

Enano: La gente no entendía muy bien por qué se paraba el recital, si bien se enteró todo el mundo de lo ocurrido, quizá el público pensó que no me correspondía a mí ser quien ponga una freno. Y yo opino al revés, porque nosotros hemos tocado en Obras llenos de bengalas y nos podría haber pasado a nosotros también, pero eso allá nadie lo sabe.

Cebolla: No era tanto por el peligro que significaba tener una bengala prendida en un lugar al aire libre, sino más por una cuestión de respeto a todo lo que se estaba viviendo.

Fuente:http://www2.rock.com.ar/notas/2/2143.shtml

Lo necesito para vivir.

Damylavela


Niko

Uni la nota al post de La Vela asi no se pierde en la estratosfera foral y queda todo junto...

julian_666

Hay una nota muy buena en la sección No! de Página/12 a la vela, si alguien la consiguiera sería mortal.

Salutes :up:

titodalee

Lo necesito para vivir.

Damylavela

Cita de: Niko en Mayo 02, 2007, 18:28:15
Uni la nota al post de La Vela asi no se pierde en la estratosfera foral y queda todo junto...
GRacias Niko  :up:

Aca dejo la Nota del NO! ke Trajo TItodale.  :up:

Exclusivo: la Vela Puerca adelanta "El Impulso", su nuevo disco
"No se puede ser feliz sin conocer la tristeza"
Acodados en un entrañable bar montevideano, los dos Sebastianes –Teysera y Cebreiro o el Enano y Cebolla– de la banda uruguaya más exitosa en la Argentina le cuentan al NO la interna de un disco que los dejó "agotados psicológicamente". Pero que, otra vez, trae melodías con destino de tribuna.

Por Cristian Vitale
Desde Montevideo:
¿Habrá en la bella y tristona Montevideo una esquina tan entregada al río como la del bar Tinkal? ¿Una tan límpida y oxigenante como ésta? Desde este lugar, añejo como los últimos bares de Barracas, la vista está de fiesta: la playa Ramírez habitada por gaviotas y caminantes, la cúpula del Teatro de Verano –equivalente uruguayo de Obras–, las canteras del Parque Rodó o las luces del estadio de Defensor Sporting. Es mediodía y en la zona transita poca gente. El Tinkal se mantiene todo el tiempo a medio llenar y sus personajes pintan entrañables: el mozo –70 años, mínimo– trabaja dos horas por día y se estresa. Un par de parejas se inmolan por un chivito, poetas solitarios devoran café y libros, y algunos empresarios contrastan con el desinterés del uruguayo tipo. Ese ser romántico, cuya aura loser lo transforma en único. Buena descripción, también, para Sebastián El Enano Teysera, el poeta de La Vela.

"¡Me iré para no verme más! Cuando terminé de componer esa canción realmente me asusté. Pensé: '¿Quién es este tipo? Mejor me voy'", se ríe el Enano. Para no verme más es de las canciones más bellas de El impulso, el próximo disco de La Vela Puerca. Es una balada sombría pero reveladora, muy urbana, poblada de melodías que dan en el nervio de la sensibilidad. Teysera la canta con su voz también única, como si fuera un cuento salido de cualquier esquina de la Ciudad Vieja. Y, a diferencia de las doce restantes, está escrita en primera persona. "Me resulta más fácil escribir así y después tercerizar, para que se identifique mejor la gente. Y además, para ahorrarme algo que no me gusta: el panfleto, o ser dueño de una verdad. Pero en esta canción en un momento me asusté. ¿Por qué no quiero verme más? ¿Adónde quiero irme?", insiste este carismático frontman de ojos tristes y andar sereno. El impulso profundiza los claroscuros en los que se mueve La Vela desde A contraluz. Se mete en temas escabrosos, profundos, emocionales y utiliza hermosas melodías para contrarrestar –o apuntalar– el dolor. "Este disco lo escribí casi anestesiado –revela Teysera–. Cuando lo terminé, quedé muy cansado psicológicamente."

–¿Te sentís más liviano después de la catarsis? Con el destino porta una declaración de principios: "Que alegría poder ser triste/ hay mucha risa que no conoce el dolor".
Enano: –Es que uno no puede ser feliz sin conocer la tristeza. No sé si soy más feliz, pero sé que hay mucha risa que no conoce el dolor... Risas falsas.

–En Su ración hablás de una mujer que tiene que aterrizar sin perder el control. ¿En quién te basaste?
Enano: –Son sentimientos que puede tener cualquier persona, pero bajados a un personaje equis. En este caso, el de una chica que se droga y muestra la lucha interna con sus fantasmas. Ella sabe que está perdida y se quiere rescatar... Entonces cae y vuelve. Habla de volver a nacer, de caer con elegancia.

–¿Neutro lo compusieron para la tribuna? Las líneas de saxo le dejan la pelota picando al "oh-oh-oh" de la gente. Es fácil prever que generará algo parecido a De atar, El viejo o Va a escampar cuando la toquen en vivo.
Enano: –Salió de casualidad. Estábamos ensayando la base y buscándole la vuelta, y de repente aparece Manolo –plomo, primer baterista y jefe de escenario– tarareando el arreglo de un lado a otro de la sala. Nos pareció muy emotivo, orquestal. La canción habla de los peligros y las consecuencias que conlleva no pelear por un sueño. Lo que pasa cuando vos sabés lo que querés hacer, pero tu entorno te dice que no, y vivís frustrado.

–¿Está basado en una experiencia personal?
Enano: –Sí, pero positiva. Cuando le dije a mi viejo, pianista, que quería hacer música, me contestó: "Perfecto, te conseguí una prueba con un alumno de Abel Canevaro". Le dije: "No, quiero tener una banda con mis amigos". Y bue... No fue tan grave. No tuve la historia de esa frágil alcurnia que no duda en rezongar si vas tomando otro viaje. La canción es una crítica a esa familia de diplomáticos que le impide a su hijo ser jugador de fútbol.

–"Lo que me preocupa son tus ojos de metal, que no lloran, ni brillan", es la frase núcleo de Me pierdo. ¿Está inspirada en alguien concreto o también es general?
Enano: –Habla de la insensibilidad, en general, de las personas. Del individualismo al máximo. Agregaría la parte que sigue: "Cómo extraño tu manjar".

–Liga con el personaje al que aludís en El Señor, el track que abre el disco...
Enano: –Alguien me dijo: "Bo, esta canción es religiosa". Creía que le daba palos a Dios, pero nunca la había pensado así. El señor de la canción tiene una personalidad pedante, egocéntrica y ambiciosa, como muchos señores a cualquier nivel, desde el más rico hasta el verdulero. Pero cuando me dijeron eso, pensé: "También puede ser una canción para los Pare de Sufrir".

Los Pare de Sufrir parecen ser cuestión de Estado en Uruguay. Y el otro Sebastián, Cebolla, se encrespa por única vez: "Esos falsos pastores son el cáncer de la creencia del ser humano. Facturan a raíz de hacerles la cabeza a los más humildes, a la gente que necesita agarrarse de cualquier cosa para sentirse mejor. Unos abusadores. Si yo fuera presidente, los erradicaría del país". Teysera lo mira, sonríe y se refriega fuerte el ojo izquierdo. Se le había metido un alambrecito mientras trataba de arreglar una instalación eléctrica en su casa. Lo hace con una sola mano, porque la otra está siempre ocupada: fuma dos atados de Nevada por día. Y enciende el octavo cigarrillo cuando la reunión de Sumo se cuela en la conversación. "Me enteré tarde, pero sigo arrepentido de no haber podido estar aquella noche de 1986 en El Prado, cuando tocaron con Los Traidores, La Tabaré y Los Estómagos. Me quiero matar cada vez que lo pienso", se queja. Ambos ven esa jornada como parte de una época mítica, densa. Entonces, el rock uruguayo era una expresión subterránea, muy para adentro, que se revolvía en el fango de sus propias heridas. "Nosotros teníamos que cambiar la pisada de lo que había sucedido en los '80. El rock, aquí, era muy oscuro, post-dictatorial... Traidores, Zero, Los Estómagos eran un despotrique total, pesimista. Todo estaba mal para esas bandas. El primer disco de Los Traidores se llamaba Montevideo agoniza, y la tapa del primero de Los Estómagos era un niño colgado. Un día fuimos al Atenas a ver a la Abuela Coca y nos sorprendió muchísimo ver a la gente agitar. Hacer pogo y bailar, algo que no existía. Junto a la llegada del barco de Mano Negra, conformaron la propuesta a seguir."

–Nada mejor que el ska para dar con el objetivo...
Cebolla: –Lo agarramos porque es para arriba, te incentiva y es muy fácil de tocar. Lo loco era que ninguno de nosotros escuchaba ska. Cuando fuimos por primera vez a México, alguien nos dijo: "Tocan ska... ¡y no saben quiénes son los roots boys!". Y no, no sabíamos. Lo único que importaba era tomar un género para contrastar con esa oscuridad".

Enano: –Igual, siempre estuvo clara la apertura de estilos. Somos ocho monos que vuelcan lo que escucha cada uno. Por eso nos definimos como una banda de canciones y tenemos muy claro que hay sólo una cosa que no podemos hacer: rapear. No nos nace.

El origen de La Vela hay que rastrearlo a mediados de los '90. Nicolás Lieutier (bajista), Santiago Butler (guitarrista), Manolo (baterista) y Teysera eran tres amigos del barrio Pocitos (hoy Punta Carretas). Teysera venía de Tranvía 35, una banda híper under, influida por Led Zeppelin, Deep Purple y todo el hard rock de los '70. "Vi un cartel en la Facultad de Arquitectura que decía: 'Se necesita guitarrista', y dije ése es mi lugar. Me probé y quedé, hasta que me echaron. Duré menos de un año", evoca. Los primeros temas de La Vela –De tal palo, Vuelan palos, Alta mar– nacieron en el altillo de Manolo, donde ensayaban todos los sábados a las tres de la tarde. "Cuando me echaron de Tranvía 35, llamé a Santi y a Manolo para tocar guitarra y batería. Había reservado dos horas en el estudio de Níquel y, como tampoco tenía bajista, llamé al Mandril." Mandril es ese músico movedizo, algo descontrolado, que parece una especie de eslabón perdido entre los Shakers y The Who. Corte taza pero largo, ojos rojos, dientes hacia fuera y un desgarbe de inimitable fuste retro rocker. "Costó convencerlo de que era un buen bajista. En su cabeza tenía que ser como Jaco Pastorius y le dije: 'Si acompañás bien la canción, ya sos bajista, chabón'."

–¿Y vos?
Enano: –Yo empecé a cantar. Me sentía más cómodo.

El cuarteto no tenía nombre, pero ya tocaba en el circuito de pubs de Montevideo. Nadie quería llamarse de alguna manera, pero el Enano insistió. Vela Puerca era el apodo de Santiago, que trabajaba de mozo en un bar de La Pedrera. "El jefe le decía Vela... Lo tenía cagando, y cuando lo mandaba a comprar lechuga, el chabón tardaba dos horas, porque se quedaba hablando con todo el pueblo. Entonces, cuando llegaba el jefe lo bardeaba: 'Vos sí que sos vela puerca, eh'", narra Teysera. Vela Puerca es un uruguayismo que se traduce como desprolijo y les pareció el nombre apropiado para una banda que sonaba caótica y primitiva. "Un día, el Enano me dijo: 'Ya sé cómo nos llamamos. La Vela Puerca'. Miré para un costado y pensé: '¿Qué dice este enfermo?'. Pero me cagué de risa. Cuando se lo conté a mi hermano también quedó obnubilado, con la mirada perdida", interviene Cebolla. Deskarado, el disco debut, llegó rápido y su "k" era una declaración de principios contundente. "Se atrasó la edición porque nos cagaron. Habíamos ganado el premio Generación '96, y estuvimos un año esperando el botín, que eran una guitarra, un amplificador y 80 horas de grabación... Pero nunca lo recibimos. En ese tiempo ni siquiera sabíamos qué carajo era un productor artístico, no sabíamos para qué servía. Pero dijimos: 'Acá algo va a pasar: o nos va pa'l orto y no lo compran ni los padres, o nos va bien'."

–Se tiraron a la pileta...
Enano: –Sí, porque todos dejamos nuestros trabajos y estudios menos Rafa, que se recibió de veterinario. Yo estudiaba Diseño Gráfico, pero me bocharon en un examen porque estaba ocupado en el disco y aproveché para dejar la carrera.

–Si todos dejaron de laburar, chau dinero. No tenían un mango...
Cebolla: –Eramos ocho y no teníamos para una birra. Pedíamos una coca chica y ocho vasos.

–Nueve, porque enseguida se toparon con Santaolalla. ¿Cómo llegó a ustedes?
Enano: –Fue muy loco. No lo conocíamos para nada... La primera vez que escuché hablar de él fue cuando produjo a Peyote Asesino. Un día estaba escuchando un programa por Internet que se llamaba El Dorado. Había un concurso en el que tenías que decir cómo se llamaba tal tema para ganarte Break on Through, de The Doors. Mandé el mail con el nombre del tema y le colé un chivo de La Vela. A los tres días recibí un mail que decía: "Compatriota, mandame el disco a tal lugar, que soy periodista y escribo para revistas de Los Angeles". Era Enrique Lopetegui. Grabamos el disco, salió, pasaron nueve meses y lo mandamos. A Enrique le encantó y se lo hizo escuchar a Santaolalla ¡por teléfono! Le insistió con Mi semilla y Gavilán, y el barba quiso vernos.

–¿Vino a Uruguay?
Cebolla: –Sí. Fue muy loco el encuentro. Nosotros tocábamos en el Zorba de Solymar y ese día había caído una lluvia tremenda... Entonces nos pusimos a pasar lampazos para sacar el agua del escenario. Cuando llegaron Gustavo y Aníbal Kerpel, alguien les dijo: "Son esos que están lavando el piso". Buenísimo. Los tipos piraron.

Enano: –Empezamos a hablar de hacer otro disco y no teníamos canciones... Sólo las de Deskarado. Entonces, a riesgo de ser tildados de ladris, regrabamos y remasterizamos todo. Era la única forma, porque Deskarado no estaba para ser editado en México, ni en la Argentina. Fue el gran impulso para cruzar el río.

–¿Cómo fueron las primeras visitas a Buenos Aires?
Enano: –Le metimos unas pateadas terribles. Tomábamos el Eladia Isabel, tocábamos, dormíamos en el escenario y vuelta al Eladia Isabel, a las 8 de la mañana. Agotador.

Cebolla: –Yo viajaba un par de días antes a repartir volantes, volvía y nos íbamos todos a la patriada. A tocar para 30 o 40 personas en el primer Salón Pueyrredón. Una vez fuimos a Plaza Francia, con los afiches pegados en los tambores... ¡y no había nadie! Siempre pensamos en rehacer la historia como la habíamos hecho acá. Tener una base que nos convenciera. Cuando caímos en Buenos Aires, en Uruguay ya habíamos tocado con Los Piojos en el Teatro de Verano. Podíamos hacernos los cholulos y arribar con un video como diciendo "miren, tocamos para 5 mil personas", onda paracaidistas mediáticos. Pero preferimos empezar de cero, como la gente quiere que empieces. Teníamos la fuerza y la esperanza de los dos primeros discos. Musicalmente no eran innovadores, pero creo que las letras aportaron la parte diferente a lo que se venía manejando líricamente en la Argentina. Era una poesía más de acá, más fresca para los argentinos.

–Enano, alguna vez dijiste al NO que tu banda preferida de la Argentina era Las Pelotas. La verdad es que tanto Deskarado como De Bichos y flores tienen muy poco que ver con esa influencia... Tal vez se haya empezado a notar en A contraluz.
Enano: –Tenemos en común que somos dos bandas de canciones. Además, en términos de actitud andamos parecido. Y sí, A contraluz fue un cambio. Yo lo veo como un disco de transición. Teníamos un montón de canciones, pero no queríamos hacer un cambio radical en cuanto a lo oscuro que se estaba por venir. Escobas, por ejemplo, es de las viejas. Ese disco fue un collage entre lo que iba a venir y lo que había sido. No era justo para nosotros ni para la gente hacer nuestro Fabulosos Calavera.

–¿Santaolalla tuvo que ver con el cambio que se produjo entre De bichos y flores y A contraluz, donde, como dicen, aparece la faceta introspectiva, profunda y medio darkie de La Vela?
Cebolla: –No, nuestro camino fue muy personal. Si bien Gustavo nos enseñó cómo movernos dentro de un estudio, su mano fue más bien a lo sonoro que a lo estético. Esto lo explotamos por nuestra cuenta.

Enano: –Gustavo jamás se metió en lo esencial... Siempre fuimos súper libres. En todo sentido.



titodalee

actualizada la pagina oficial de la vela en la galerias/videos/Caldo Precoz (en vivo)
Saludos :up:
Lo necesito para vivir.

QUINCHO

Che gracias tito, y muy bueno todo lo que estan subiendo y las notas...

titodalee

#68
de nada todo sea por los amantes de esta gran banda..tambien hay que agradecer a damy que abrio este post para la vela..y que pego la otra nota, que lo que taba apurado no podia..
edit:actulizado:mas fechas de la gira por el sur de Argentina y Europa
Saludos :up:
Lo necesito para vivir.

julian_666

Cita de: titodalee en Mayo 04, 2007, 23:23:18
de nada todo sea por los amantes de esta gran banda..tambien hay que agradecer a damy que abrio este post para la vela..y que pego la otra nota, que lo que taba apurado no podia..
edit:actulizado:mas fechas de la gira por el sur de Argentina y Europa
Saludos :up:

Grrrrrrrrrr, cuando mierda piensan venir al norteeee!!!! Estoy desesperado, quiero que vengan!

Salutes :up:

Damylavela

Yo justo para esa fecha me voy para Europa,  es mas cuando tokan en Alemania yo paso por alemania  ;D  asi ke siDios kiere me voy a verlos alla  :up:

julian_666

Que loco eso que vas a hacer a Alemania?

Damylavela

Me voy a Europa,  de Vacaciones, recorrer, viaje turistico.
Y bue uno de los lados donde paso es Alemania.  :up:

titodalee

#73
a la pipeta eso si que estaria bueno...suerte..
salio una nota a la vela en la revista rolling stone y otra en la soy rock..veo si las consigo..
Saludos :up:

RS
Crítica RollingStone:

Primero fue la semilla."Mi semilla", en realidad. El tema de La Vela Puerca que, por teléfono, enamoró a Gustavo Santaolalla pertenecía a Deskarado. El disco, producido por Claudio Taddei, fue relanzado afines del milenio pasado por Surco, con Santaolalla y Kerpel como productores asociados, bajo el sencillo título de La Vela Puerca. Se trataba (se trata) de unamuestra excepcional de rock latino, con elementos de punk rock, ska, la murga y folclore uruguayo. Un canto primal de denuncia y resistencia tercermundista proferido desde Montevideo. Luego vino la primera evolución: De bichos y flores, algo así como la fórmula del primer disco pero mejorada, el primer paso a la masividad porteña. Una catarata de hits ("El viejo", "Por la ciudad", "José sabía"), pilares fundamentales del repertorio puerco, con un notorio protagonismo de la sección de vientos. Pero A contraluz es la visagra. Un disco que "profundiza el camino del grupo en la creación de su propio universo musical y poético" (Kleiman dixit). Con esta placa (y un trabajo de hormiga de muchos años) llegó la consagración: estadios llenos en Buenos Aires, la proyección hacia el interior de la Argentina y la cabeza de los festivales más importantes del occidente del Río de la Plata. Y ahora, desde arriba, La Vela toma impulso.

Y una vez más hay que hablar de una evolución, de una nueva vuelta de tuerca. Lo primero que impresiona es el modo en que se amalgaman los instrumentos, conformando un verdadero paredón de sonidos, que se impone de un modo monumental. Detrás de una aparente sencillez melódica (en ciertos pasajes pueden remitir al pop), las nuevas canciones de La Vela ostentan una potencia arrolladora y la ya característica oscuridad existencialista en las letras de Sebastián Teysera. En muchos casos, son viñetas que forman relatos cuasi literarios en formato canción, que en su modo de cantar alcanzan un tono cada vez más intimista. Pero también hay frases que pueden quedar impregnadas en el imaginario (rockero) colectivo, como el ganchero "O te rebelás o te consumís", de "El señor"; "La hipocresía se vuelve moda", de "Clones" (con letra del otro cantante, "Cebolla" Cebreiro); o "Colabore para no desaparecer", de "Colabore", un rockito con destino de hit radial.

Después de dos discos exitosos, Santaolalla delega su trabajo con el grupo en Juan Campodónico, que de a poco se ha transformado en uno de los productores más importantes de la región: alma pater de Bajofondo, colaborador histórico de Jorge Drexler desde el disco clave("Frontera") y gran responsable del resurgimiento del Cuarteto de Nos. Luciano Supervielle se encargó de los arreglos de cuerdas y vientos y participa en el disco como pianista, redondeando un aporte que le da al impulso una cuota de búsqueda estética y refinamiento comparable a Los Hermanos, el grupo brasileño elogiado por el mismísimo Caetano Veloso.
Lo necesito para vivir.

julian_666